El avión privado despegó de la ciudad bajo un cielo teñido de púrpura en el atardecer, llevando a Leonard Evans más lejos de lo que su corazón quería. Tomó asiento y cerró los ojos tratando de descansar, pero solo logro hacer que sus pensamientos fueran una suerte de ruleta perpetua que se repetía una y otra vez, el ruido en su cabeza se hacía insoportable, mientras su mente era una verdadera tortura.
« Quiero descansar, Leo, y tú no me dejas… », el lobo se quejó, « Piensas demasiado, lo único que me preocupa es que le dijeras al humano que confías en él para cuidar de Sienna… no hablaste en serio, ¿Verdad? »
Leo hizo silencio en su cabeza, o al menos, intentó hacerlo, pero el lobo era insistente.
« Hey, dime que no confías en él »
« ¿Por qué te cae tan mal el humano, Randall? Acaso, ¿No ha demostrado ser leal a sus sentimientos por Sienna? Él no le haría daño jamás, y ama demasiado al niño, los ha protegido desde siempre » Acuñó el Alfa « Yo no puedo com