Al día siguiente Leo llegó muy temprano a la oficina, esperando poder tener un momento a solas con Sienna para conversar sobre lo sucedido la noche anterior, entró en su oficina y se dedicó a hojear documentos y a formar papeles hasta que escuchó la voz de Chris en el pasillo y se levantó como un resorte de la silla para asomarse pensando en que tal vez, ella había llegado con el empresario.

Chris dio instrucciones al personal, se sirvió un café de la máquina y caminó hasta la sala de juntas para reunirse con un par de proveedores, pero de la rubia no había ninguna señal.

— Llegó solo — Comentó para sus adentros y Randall le respondió.

— ¿Qué esperabas, que llegara con él después de lo anoche? ¡De verdad eres masoquista, Leonard!

— Recuerda que me mandó a volar, ¿O es que ya lo olvidaste?

— ¡Qué va! Son suposiciones tuyas, yo me lo pasé muy bien, y espero que se repita pronto.

— ¡Eres imposible, Randall!

Leo ya se daba la vuelta cuando la voz de Chris lo llamó desde la puerta de la sa