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¡¿Qué M¡erda Hice?!

«¿Qué m****a hice?»

 Esa es la pregunta que ronda en mi cabeza desde que entré en razón. Es cierto que fui donde Sam como todas las noches, pero para divertirme. Ya había visto a dos preciosuras para pasar la noche, pero como siempre, comencé con un whisky y luego otro y otro y otro, hasta que perdí la cuenta. Sólo sé que mientras esas dos me tocaban y hacían perderme en el placer pensaba en mi asistente, en lo "exquisita" que se veía enfundada en esa falda tubo negra y su blusa blanca que no dejaba mucho a la imaginación. 

Ella... ella era mi debilidad desde lo que pasó esa vez entre nosotros, pero con esto que acaba de hacer y todo lo que me dijo me dejó de una pieza y no sé si quiero matarla o llevarla a mi cama.

-Papá, ya bájate de tu nube -habló Thomas mientras entro a la cocina-. Por fin tenías una asistente que valía la pena y acabas de mandar todo al carajo. Lo miré ofuscado y sabiendo que estoy por responderle me detiene en seco. 

-Ah, no, a mí no me mires así. Yo soy tu hijo y no debo velar por ti, te recuerdo que no soy el adulto responsable en este lugar. Blue, a pesar de tu idiotez, ha sido maravillosa; te trae, te cuida, aguanta tus sandeces y para más me ha ayudado a mí. No sé qué vas a hacer, pero te pido que reflexiones y de verdad -soltó un suspiro y concluyó diciendo- no la pierdas. 

Se puso de pie y se acercó dándome golpecitos en el hombro. 

-Que descanses, debo tratar de dormir para más tarde ir a clases a ver a la enana esa. 

Y así sin más, me deja metido en este torbellino de emociones que se están produciendo en mi interior. 

En la mañana...

No dormí ni m****a durante toda la noche. Me levanto, entro al baño, me ducho, rasuro y coloco perfume. Busco mi mejor traje gris de tres piezas, con camisa negra y zapatos a juego. Fui a la cocina y ahí está mi hijo tomando su desayuno.

-Buen día, hijo. 

-Mmm. 

-¿Esas son respuestas para tu padre? 

-Buen día, padre mío -contestó enojado y secamente. 

-¡Ya basta, Thomas!, ya entendí -exclamé molesto. 

-Eso espero. Bueno, me voy -cuando está en la entrada del ascensor suelta una carcajada-. Que te vaya bien con "tu cielo" - Antes de que pudiera responder salió disparado marcando con urgencia el botón de cierre. 

«¿Que me esperará para hoy?»

Después de ver a Thomas salir. Me decidí por bajar al Starbucks que está frente a mi oficina. Ya sé que a Blue le encanta el moka con un toque de Cherry y quería tratar de arreglar las cosas. Es cierto, creo que la cagué con ella y debo enmendarlo. Desde que Blue llegó a la oficina ha hecho más llevadero el trabajo y por qué negarlo, es una excelente colaboradora. Mientras estoy comprando, sólo me reí para mis adentros, recordando todo lo que esa mujer fue capaz de decirme anoche y lo loco que se puso mi amiguito. Lo único que pensaba era en lo bella que se veía enojada y como quería hacerla mía, a pesar de que estaban nuestros hijos y me porté como un completo imbécil. 

Salgo de la cafetería y veo una escena que me pone furioso, el idiota de Aston besándose con Blue ¡Mi Blue! 

-¡Aléjate de mí asistente! -Exclamé con la ira recorriendo mi cuerpo, al punto que los vasos en mis manos por poco son estrujados. Ambos se voltearon a verme y en ese momento lo primero que quería hacer era deshacerme de ese insulso incordio de mi hermano. 

-Hermanito lindo, ¿cómo estás? -dijo sonriendo el muy estúpido. 

-¿Hermanito? -preguntó Blue con el entrecejo fruncido. Como si no fuera suficiente, el imbécil este se giró hacia ella y la saludó. 

Ambos están risita tras risita y yo quiero tener un interruptor para explotar una bomba y mandar a mi hermano a la Conchinchina. Cuando llego frente a ellos, me hago el que no recuerdo nada y me cruzo entre los dos. 

-Soré, está retrasada. -Ella mira su reloj y alza su ceja. ¡Dios! como me encanta verla enojada. 

-No veo que haya algún retraso, señor Scott, creo que usted se levantó con el pie izquierdo. - Veo como el imbécil de Aston se ríe por lo bajo y ella me miró con evidente molestia. 

-Pues déjese de hacer vida social, Soré. Además, este insulso no le conviene. -comenté, mientras le doy un zape a mi hermano. 

-¿Que hice? -se queja el muy tío de Thomas. Tomé una fuerte inhalación y medité 

«No voy a explotar, no voy a explotar»

-¿Van a trabajar? -Blue me miró con furia para luego responderme.

-Lo que yo haga con mi vida fuera de la oficina, es mi problema y.., aún no empieza mi horario laboral. Después del incordio con esos dos y como toro embravecido nos adentramos al edificio y entramos los tres al ascensor. Se abren las puertas y sin más salgo bramando.

-¡A mi oficina, Soré! -Ambos me miran con caras distintas, mi hermano divertido por la situación y ella... ah, ella con cara de odio, aun así, se ve tan linda. «¿Qué me estás haciendo Blue? Me estas volviendo loco»

-Señor Scott -dijo muy seria-. Su Agenda del día de hoy y los pendientes. Además, como verá mi carta de renuncia como se lo prometí. 

«¡¿Que?! ¿De verdad va a renunciar?» 

-No, no y no -respondí molesto.

-¿Perdón?

-Que no puedes renunciar por un malentendido, lo siento Blue. - «¿Qué m****a estaba diciendo? Yo no soy así.»

-Perdón, señor, pero creo que dejamos las cosas bastante claras anoche- Cerró la puerta de mi oficina con un portazo y comenzó a acercarse a mí. Me miraba directamente a los ojos y yo no aguanté. Me puse de pie y la tomé de ambos brazos como si no quisiera dejarla escapar. 

-Lo siento, pero... mujer de verdad ¿No te has dado cuenta todo lo que provocas en mí? -Nuestras miradas se cruzaron y sentí su aliento en mi boca; de verdad que ya no se si quiero estrangularla o besarla hasta quedar sin aire. 

-Señor -se removió y yo mantuve mi agarre. 

-Solo quédate así y no digas nada -pedí dejando estacar un gruñido. 

Me acerqué cada vez más y comencé a besar esos labios que me moría por devorar. Ella se negó a mi intrusión, pero persistí hasta que la sentí ceder, mientras la beso la aprisiono en el borde de mi escritorio. Nuestro pulso va a mil y ya siento que mi amiguito grita por salir de su encierro. 

-Adam... por favor...

-Por favor, ¿qué? 

-¡Para! -gritó, mientras me volvía a mirar con esos ojos que me hipnotizan. 

-Creo que tu cuerpo no dice lo mismo. - Ya se me estaba nublando la conciencia, sin más tomé su cuello y comencé a bajar hasta el nacimiento de sus senos. Ella levantó sus manos y agarró fuertemente mi pelo, tirando mi cabeza hacia atrás. 

-¡Ya basta! -exclamó furiosa- Yo... yo no soy una cualquiera como con las que sales y creo que tampoco estoy dispuesta a tener una relación en mi trabajo y menos con mi jefe. 

-Blue... no. No es eso, por favor, déjame explicarte. - En eso suena la puerta con golpes fuertes...

-Adam querido, ¡Adam! -Gritaron desde afuera y ya sé quién es. 

-¡Maldición! -dije entre dientes. Solté a Blue, me arreglé el desastre y abrí la puerta a la indeseable que grita como ganso tras la puerta.

-Amor, ¿quién es ésta? -entró preguntando Yorelys, mi ex, una morenaza bellísima hecha a punta de bisturí, que obviamente pagué yo como el imbécil que soy. La mujer se abalanzó encima de mí besando mis labios-. Te envié un mensaje de texto que llegaba hoy de París y no fuiste a buscarme al aeropuerto -Lo dice haciendo pucheros y colocando cara de cordero degollado. 

-Buen día, señorita -dijo Blue y yo estaba aún en shock por lo que ha sucedido-. Mi nombre es Blue Soré y soy la asistente del señor Scott. 

-¿Otra más? -Exclamó Yorelys-. No me gusta, despídela. 

-¡Basta Yorelys! tú no eres nadie para decirme a quien debo despedir o no, así que te pediría que me sueltes y te dejes de hablar estupideces.

-Pero, cariño, soy tu novia, no puedes tratarme así. 

-Exnovia y te trato como se me dé la regalada gana ¿o quieres que te recuerde por qué te desapareciste? 

-Con su permiso señor, señorita -mencionó Blue molesta. 

-Blue, espera. No hemos terminado de hablar.

-Señor atienda a la señorita, por lo visto tienen mucho que hablar. 

-Por lo menos es sensata la mosquita muerta -comentó lanzando su dardo la víbora. 

-Ya cállate, Yorelys. 

-Amor, no te enojes conmigo, aunque mejor si -dice toda contenta-. Me encantan las reconciliaciones en tu escritorio. -Veo a Blue salir molesta con los ojos casi en blanco, mientras yo me quedo parado con la loca de mi ex. 

¿¿Será que el día puede ir peor??

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