Los niños regresaban del bosque llenos de tierra y hojas en el cabello y Mordred los vio llegar.
- Oigan, ¿vienen de jugar o qué? Miren cómo lucen. Supongo que se darán un buen baño antes de la cena, ¿verdad?
- Si, papá, por supuesto.
- Claro.
- Así me gusta -dijo Mordred.
- Papá, queríamos hacerte una pregunta -dijo Edra.
- Pregunten.
- Tenemos una amiga que cumple años y queremos hacerle un regalo -dijo Rhys.
- Ah, una amiga -observó Mordred-. ¿Y qué proponen regalarle a su amiga?
- Queremos regalarle lo mismo que nos has dado tu para nuestro cumpleaños del pasado año lunar-dijo Rhys.
- Una espada y un escudo -completó Edra-. Así podremos jugar todos juntos.
- De acuerdo. También se acerca su cumpleaños -dijo Mordred-. Pero ya tengo su sorpresa. Ahora vayan, a asearse.
Los niños corrieron hacia la nodriza, que los esperaba para preparar su baño.
Nimh se acercó a Mordred que lucí