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La hechicera maldita

La hechicera malditaES

Fantasía
Mik Belmonte  Completo
goodnovel16goodnovel
10
Reseñas insuficientes
59Capítulos
4.5Kleídos
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Resumen
Índice

Sinopsis

Hombre-loboMagiaBruja / MagoFantasíaAmorRomancehermosa protagonista femenina

(Advertencia: este libro ha sido clasificado para mayores de 18+ por contenido .) A Gwyneviere se le encomendó la tarea de enseñarle magia a Nimh, una hechicera huérfana, para poder encauzar sus poderes ya presentes, porque aparentemente es la protagonista de una profecía, que dice que una poderosa hechicera será la perdición del reino. Con lo que no contaba Gwyn, era con enamorarse perdidamente de Nimh. El Alto Concejo de Hechiceras, sin embargo, no reveló la segunda parte de la profecía, que involucra a un personaje más... ¿Qué le deparará el destino a Gwyneviere y Nimh? ¿Podrán estar juntas, o la profecía se interpondrá? Además, el mejor amigo de Gwyn, Vandrell, siempre estuvo perdidamente enamorado de ella y nunca se lo ha dicho. PARTE UNO COMPLETA

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La hechicera maldita Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Guía de personajes

    PERSONAJESGwyneviere o Gwyn: es la protagonista de la historia. Es una hechicera de veinticuatro años, cabello castaño oscuro y ojos oscuros, que vive sola en Urbawygondh, fuera de la Ciudadela. Hace trabajos ocasionales para nobles, elfos, reyes, y así gana su dinero. Sus dos padres fallecieron. Su mejor amigo desde la infancia es Vandrell.La historia avanza cuando el Alto Concejo de Hechiceras le pide que entrene en la magia a Nimh, una joven huérfana, quien es protagonista de una profecía. La profecía dice que Nimh será la perdición de su reino y las Concejeras le piden que, si ella nota que puede ser un peligro, ponga fin a su vida.Gwyneviere considera que Nimh es inofensiva y eventualmente ambas se enamoran.Nimh: es una joven huérfana de cabellos castaños claros con destellos dorados y ojos verdes oscuros y mirada profunda. Fue criada por las sacerdotisas en el Templo de la Lun

  • CAPÍTULO 57

    Rhys se encontraba en la jaula de los cachorros de lobo. Gwyneviere se acercó a él, todavía con Ranyah encima. - Rhys, mi amor, ¿me muestras que tienes allí? Rhys no contestó. - No los dejaremos, ¿sabes? Llevará un tiempo acomodarnos, pero no dejaremos nada atrás -continuó hablando Gwyneviere. - No quiero irme -soltó Rhys. - Debemos hacerlo. No podemos quedarnos aquí -dijo Gwyneviere. - ¿Quién te crees que eres? Ni siquiera sabemos tu nombre -dijo Rhys elevando el tono de su voz y volteándose para enfrentarla-. ¿Quién eres tú para decidir por nosotros? Yo quiero quedarme aquí. Ranyah en sus brazos, se escondió entre su cabello al escuchar a su hermano gritar. - ¡Rhys! -dijo Edra-. Tú no eres así. Compórtate. Estás asustando a Ranyah -las lágrimas asomaban en sus ojos. Gwyneviere se acercó a él. - Tienes razón, Rhys. Tu no sabes quien soy. Estás en todo tu derecho a cuestionarte si irte o no conmigo. No e

  • CAPÍTULO 56

    Gwyneviere regresaba de realizar un trabajo para Kim, de Emyrddrin. Ya era entrada la noche y se sentía cansada. Estaba por entrar a su casa cuando la oyó. - Gwyn -dijo. - ¿Qué sucede, Nimh? Estás cubierta de sangre. Nimh todavía tenía manchas de sangre seca de Mordred sobre su piel. - No es mía -dijo ella. - Lo sé, puedo olerlo. - No puedo seguir, Gwyn. Ya no -dijo, moviéndose lentamente hacia ella. - ¿Qué ha pasado? - No vengo a pedirte que me aceptes en tu vida. No es eso. Sólo quiero decirte que eres una gran persona y te admiro. Espero que puedas perdonar todo el mal que he causado. Gwyneviere observó la daga que Nimh sostenía en una de sus manos. - ¿Está Arabella aquí? -preguntó Nimh. - No, todavía está con sus abuelos. ¿Qué estás por hacer Nimh? - Perdóname, Gwyn. Todavía te amo. No te ocasionaré más problemas. Me siento muy cansada y ya no puedo continuar… Nimh se acercó a

  • CAPÍTULO 55

    La figura encapuchada arrimó su silla alta a Gwyneviere, quien bebía su cerveza despreocupadamente en la taberna.- ¿Alguna novedad? -preguntó Gwyneviere bebiendo.- Está poniendo en marcha algún plan, pero no puedo darme cuenta de qué se trata… -dijo el hombre-. Me ha pedido que le prepare unos cuantos elixires y me ha dicho que esté listo para crear autómatas. Se respira un aire muy tenso en el castillo.- ¿De nuevo con eso? ¿De nuevo con los autómatas?- Pero esta vez los sujetos son voluntarios -dijo, encogiéndose de hombros.- Xavier, de todos modos, está mal -dijo Gwyneviere consternada.- Lo sé, Gwyn, pero ¿qué puedo hacer?- Lo sé, lo sé. Está bien. No te preocupes, lo estás haciendo bien. ¿Cómo está tu sobrina?- Bien, ¿y tu hija?-

  • CAPÍTULO 54

    El día de la celebración de los gemelos había llegado. Mordred había mandado a preparar dos tartas dulces, redondas como la luna, una para cada uno de ellos. Los cocineros habían hecho toda clase de preparaciones para agasajar a los niños, pero los invitados fueron pocos. Arabella no había aparecido y los niños se mostraron molestos por un momento, pero luego lo olvidaron, pues Mordred se apareció en su alcoba con una cantidad desorbitante de presentes. Mordred dejó que sus súbditos estuvieran en la celebración, ya que los niños los consideraban parte de su familia y habían pedido especialmente que estuvieran con ellos. Ni Mordred ni Nimh tenían familia alguna para compartir estos momentos con ellos, ni ninguna otra celebración, y Nimh no se había atrevido a volver a hablar con las sacerdotisas que la habían criado, luego de todo lo que había pasado. Al momento de encender los cirios, los colocaron como indicaba la tradición: nueve cirios por cada año cumplido, rodea

  • CAPÍTULO 53

    Los niños regresaban del bosque llenos de tierra y hojas en el cabello y Mordred los vio llegar. - Oigan, ¿vienen de jugar o qué? Miren cómo lucen. Supongo que se darán un buen baño antes de la cena, ¿verdad? - Si, papá, por supuesto. - Claro. - Así me gusta -dijo Mordred. - Papá, queríamos hacerte una pregunta -dijo Edra. - Pregunten. - Tenemos una amiga que cumple años y queremos hacerle un regalo -dijo Rhys. - Ah, una amiga -observó Mordred-. ¿Y qué proponen regalarle a su amiga? - Queremos regalarle lo mismo que nos has dado tu para nuestro cumpleaños del pasado año lunar-dijo Rhys. - Una espada y un escudo -completó Edra-. Así podremos jugar todos juntos. - De acuerdo. También se acerca su cumpleaños -dijo Mordred-. Pero ya tengo su sorpresa. Ahora vayan, a asearse. Los niños corrieron hacia la nodriza, que los esperaba para preparar su baño. Nimh se acercó a Mordred que lucí

  • CAPÍTULO 52

    - Buen día, Arabella -la despertó Gwyneviere dulcemente-. Arriba. Gwyneviere besó su frente y se dirigió a la mesa. Recién amanecía y Gwyneviere había recibido un cuervo, con indicaciones de un nuevo trabajo. El mensaje provenía del Alto Concejo de Hechiceras, que había mudado su cede a Emyrddrin, como en el origen de los tiempos de la magia. No regresarían a la Ciudadela, y menos con el Nigromante como rey. Arabella se desperezó y se incorporó en la cama. Gwyneviere la esperaba sentada a la mesa, con el desayuno preparado. - Vamos, dormilona. El desayuno está servido. Mamá tiene que trabajar -le dijo. Arabella se levantó de un salto y se sentó a la mesa. Comenzó a observar qué era lo que podía agarrar primero. - ¿Iré a la casa de los abuelos? -preguntó tomando una rodaja de pan. - Si, pero comerás un poco de todo antes. Sabes que el desayuno no es sólo pan. Arabella revoleó los ojos y sonrió, sirviéndose en su plato to

  • CAPÍTULO 51

    A primera hora de la mañana, Gwyneviere visitó a Eamon y Meredith para pedirles que dejara poner conjuros de protección a su hogar. - ¿Dejarás a Arabella con nosotros? -le preguntó Meredith en cuanto las vio. Gwyneviere sacudió la cabeza, sonriendo. - Harán de Arabella una niña consentida si siguen tratándola así -bromeó Gwyneviere. Meredith sonrió y estiró los brazos para que Gwyneviere le diera a la bebé. - Ven aquí, pequeña Bella, ven a los brazos de tu abuelita. Gwyneviere se acercó a Eamon. - Daría lo que fuera porque Vandrell pudiera ver esto ahora. Su madre libre de la maldición sosteniendo a su hija -le dijo, sin que Meredith pudiera oírla. - Has hecho mucho por nosotros, querida. Más de lo que te imaginas. No podemos pedirte más. - Si, protección extra. Colocaré ahora mismo esos conjuros -dijo, y se dispuso a hechizar la casa. *** Rhys y Edra lloraban todo e

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59 chapters
Nota del escritor y Prólogo
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Gwyneviere es una hechicera que vive en las afueras de la Ciudadela en la tranquilidad de su hogar, haciendo trabajos ocasionales para la nobleza, los altos elfos y la gente del cielo. Se le encomendó la tarea de enseñarle magia a Nimh, una joven huérfana, para poder encauzar sus poderes ya presentes, porque aparentemente es la protagonista de una profecía, que dice que una poderosa hechicera será la perdición del reino. Con lo que no contaba Gwyneviere, era con enamorarse perdidamente de Nimh. El Alto Concejo de Hechiceras, sin embargo, no reveló la segunda parte de la profecía, que involucra a un personaje más... ¿Qué les deparará el destino a Gwyneviere y Nimh? ¿Podrán estar juntas, o la profecía se interpondrá? Además, el mejor amigo de Gwyn, Vandrell, siempre estuvo perdidamente enamorado de ella y nunca se lo ha dicho.   PRÓLOGO En la antigüedad, el Oráculo habló al
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CAPÍTULO 1
La hechicera maldita/Mik Belmonte
- PARTE I -   Un mensajero despertó a Gwyneviere en medio de la noche, golpeando fuertemente la puerta de entrada. Gwyneviere no se sobresaltó porque, de hecho, estaba acostumbrada a llamadas a deshoras. Se sentó en la cama, respiró profundamente y se levantó, para finalmente tomar su capa, ponerla sobre sus hombros y abrir la puerta. Las noticias no eran buenas. Un cuervo había llegado del poblado vecino y el mensajero había cabalgado rápidamente hacia ella en busca de ayuda. Si bien ella era siempre la primera opción cuando la realeza quería resolver algún problema, ella nunca había aceptado vivir dentro de la Ciudadela como se lo habían pedido (para tenerla más cerca, en caso de una urgencia), y prefería la tranquilidad de su casa, en las afueras.  

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CAPÍTULO 2
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Gwyneviere, ya en su casa, dejó las compras que había hecho, y escondió su paga en uno de los varios rincones donde guardaba sus ahorros y se preparó para salir. No llevaba una vida de lujos. Solo necesitaba dinero para comer, y ocasionalmente para alguna prenda. Su casa la había heredado de su familia y era bastante modesta, pero pulcra y ordenada. Tomó un cuenco y lo llenó de agua para la gatita que solía visitarla y lo dejó en la puerta, junto con los restos de la comida del día anterior, y se dirigió a abrir un portal para ir a Vaahldar. Vaahldar era una ciudad pequeña, donde todo el mundo conocía a sus vecinos. Era muy distinta a la Ciudadela, principalmente porque no poseía edificaciones lujosas y muros altos encerrándolo todo. Leer más
CAPÍTULO 3
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Gwyneviere volvió la mañana siguiente al Templo a continuar con las clases, y así durante algunos días, hasta que un día, caminando por los terrenos del Templo, le preguntó a Tara qué le parecía la idea de llevar a Nimh a vivir con ella a su casa, a las afueras de la Ciudadela. - Si no lo consideras una molestia con tu estilo de vida, y ella está de acuerdo, no me opondría. Nosotras la acogemos porque Nimh no tiene a nadie más. Cuando llegue a la mayoría de edad, es libre de hacer lo que desee. - Avanzaremos mucho más rápido con las clases, y en caso de que se presente alguna urgencia, a los mensajeros les será más fácil ubicarme. Además, en casa, tengo mucho material de le
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CAPÍTULO 4
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Todos los días, Gwyneviere reportaba al Concejo el progreso de Nimh con un cuervo. Nimh avanzaba rápidamente en su aprendizaje. Ya había llenado unas cuantas páginas de su propio grimorio y estaba aprendiendo a hacer algunas pociones curativas, que, si bien cualquiera podría procurárselas de un alquimista, era un conocimiento básico importante en caso de una urgencia. Toda hechicera debía tener un conocimiento básico de hierbas. Se habían desarrollado cierta rutina. Desayuno, clases de magia, almuerzo, poner en práctica lo aprendido y luego pasear. Durante algunas de las clases teóricas, Gwyneviere descubría a Nimh observándola detenidamente, pero lo atribuía a alguna distracción por el aburrimiento de los temas que estudiaban, sobre todo el élfico antiguo. A Gwyneviere también le
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CAPÍTULO 5
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Gwyneviere regresaba de un paseo matutino por el bosque cuando vio a Cyrus acercarse a la puerta de su casa.- Oye, mensajero. Aquí estoy.- Gwyneviere. Traigo un pedido de lord Gustave. Aquí tienes.Cyrus le entregó un pergamino enrollado, que Gwyneviere tomó en sus manos y leyó. El lord quería que desenmascarara a una estafadora, quien lo había timado haciéndose pasar por hechicera y le había hecho pagar unas cuantas monedas por unas pociones que no habían servido para nada.

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CAPÍTULO 6
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Gwyneviere observó que Nimh iba bastante avanzada en sus estudios de hechicería y dejó que se relajara. Claro que practicaban lo estudiado, pero dejó de ser tan severa con las clases teóricas y comenzó a disfrutar ella también. Los conjuros más poderosos y peligrosos decidió dejarlos para más adelante, al menos por el momento. La niña cumpliría sus dieciocho años la semana entrante y sólo había conocido el Templo hasta que se fue a vivir con Gwyneviere. Así que la dejó vivir un poco. Nimh era una de esas personas con quienes nunca te aburrirías y alegraba con su mera presencia. Mientras ella resolvía sus regulares trabajos consiguiendo alguna cosa para algún noble inútil o
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CAPÍTULO 7
La hechicera maldita/Mik Belmonte
Gwyneviere oyó a Nimh en la puerta. Se sentía exhausta por haber estado toda la noche conjurando para combatir a una familia de rocs, que habían raptado a un noble de Liandalyd, y le habían pagado una fortuna por rescatarlo. - Hola belleza, ¿dónde has estado hoy? - Fui a tomar un baño. Nimh fue un poco distante en su respuesta y no hizo contacto visual. Algo le preocupaba. - Yo haré lo mismo. Volveré más tarde. Leer más
CAPÍTULO 8
La hechicera maldita/Mik Belmonte
A Gwyneviere se le ocurrió que podría ser fructífero para Nimh llevarla a Whaarham, la selva que se encontraba más allá del Bosque de Druwyddrerm, para practicar un poco sus conjuros. Partieron temprano, para aprovechar el día y usaron un portal para transportarse cerca de los límites de la selva. Nimh nunca había estado en un lugar así. Estaba fascinada con la vegetación característica de la selva y la diversidad de animales. Se adentraron en la selva y exploraron. - Recuerda -dijo Gwyneviere-, si nos atacan, tu objetivo no es matar. Sólo están defendiendo su territorio o a sus crías. Aquí nosotras somos las que estamos invadiendo. Nimh asintió con la cabeza. Observaron coloridas aves, tortugas gigantes y monitos columpiándose de los árboles. Cuando llegaron a un pantano, las sorprendió una boa gigante que las atacó. Nimh miró a Gwyneviere con sorpresa. Ella ya estaba preparada para actuar. Levantó sus manos y la lanzó de nuevo hacia
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CAPÍTULO 9
La hechicera maldita/Mik Belmonte
- ¿Por qué no quieres enseñarme conjuros más avanzados? - Claro que quiero Nimh, pero debemos avanzar con cautela. Tienes que dominar primero lo esencial, para poder continuar. Eres muy inteligente. Te convertirás rápidamente en una hechicera realmente talentosa. Pronto dominarás la magia incluso mejor que yo. Era media tarde y habían estado practicando durante todo el día miles y miles de conjuros del grimorio de Gwyneviere, pero no había querido avanzar a los más poderosos hasta que dominara su caos interior. Gwyneviere sabía que Nimh todavía era muy joven y no dominaba la magia desde pequeña. Había etapas que debía superar. Leer más
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