Nacidas en cuna de oro de la aristocracia rumana, su esposo lo escogerá el medallón de cada una, pero brillarán al unísono con el mismo hombre que es El Rey de Transylvania, que unos años antes sufre la pérdida de su amada esposa embarazada en las garras de los lycántropos y queda devastado por el dolor . Él deberá luchar por una de ellas, para recuperarla del rey licano que la secuestra, reclamándola como su luna, el dolor hace que Dominik le demuestre al mundo que es el único en su especie, capaz de transformarse en algo aterrador, una bestia que desatará su furia por amor
Leer másNew York, cuna del comercio más grande del mundo, en esa metrópoli nacieron un par de gemelas hermosas de pelo rubio y unos hermosos ojos azules como el mar, sus padres de tantos intentos por tener hijos optaron por la inseminación in vitro y lograron concebirlas así porque de la manera tradicional no se podía, todo era felicidad en la familia Wallacer.
Por la alta posición económica de sus padres y familia pudieron disfrutar de los placeres de la vida, de ricos, juguetes caros, nodrizas para su educación, aparte de la escuela, modales, todo porque su familia descendía de la Aristocracia Europea directamente de Rumania y conservaban los modales y costumbres antiguas, el Patriarca viudo ahora visitaba a su hijo una vez al año y la esposa de este fue escogida por Él en persona, una mujer de la alta alcurnia de la sociedad rumana.
Las niñas cumplían sus 5 años y la llegada del abuelo y patriarca de la familia estaba próxima, tenían todo listo para la celebración de las niñas, se acercaba la hora de la recepción, afuera de la mansión llego un auto negro elegante, el chofer salió a abrirle la puerta al pasajero, al salir se apreció sus zapatos negros de charol, pantalones negros, camisa negra unas joyas de oro, anillo de oro, era alto y buen cuerpo a pesar de su edad, camino hacia la puerta y una sirvienta le abrió le hizo la venia y lo hizo pasar, entro y fue hacia la sala, conocía muy bien donde estaba situada, abrió la puerta y al entrar todas las miradas fueron hacia Él incluidas unas miradas infantiles que se llenaron de un brillo de amor al verlo.
—Abuelitooo, ya llegasteeee —dijeron las gemelas
Corrieron a abrazarlo y Él las abrazó sonriendo a pesar de tener un semblante bien serio, se agachó y puso un beso en la frente de cada una de sus nietas amadas, ellas le dieron cada una un beso en la mejilla, entonces se incorporó y las niñas dieron un paso atrás e hicieron una reverencia.
—Buenas tardes, Abuelito Adrién —dijeron al unísono.
—Buenas tardes, nietas mías, Alice y Dianne.
Se acercó su hijo e igual le hizo una reverencia
—Buenas tardes, papá —dijo Mike Wallacer
—Buenas tardes, hijo mío
Se acercó la esposa de Mike sonriendo, le hizo la reverencia a su suegro
—Buenas tardes, Adrién
—Buenas tardes, Alice
Su hijo lo invito a sentarse para después se sentaron ellos, entonces el patriarca indago
—Mike, ¿las niñas ya saben lo que tienen que hacer?
—Si papá, las estamos criando como tú especificaste
—Muy bien, sabes que la tradición es muy importante en nuestra familia
Después de unas conversaciones llego la hora de la recepción, al gran salón entro el patriarca de la familia Adrién Wallacer y se sentó en su lugar asignado a su lado derecho su hijo, a la izquierda su nuera y las niñas al lado de su padre.
Empezaron a llegar los invitados, los músicos empezaron a tocar un hermoso Waltz y salieron las niñas, hicieron una reverencia a su abuelo y se situaron en medio del salón, vinieron unos niños ataviados, así mismo de elegantes vestiduras, empezó ya la música y comenzó el baile que debían hacer las niñas y acompañantes, era un bello baile ancestral de la familia Wallacer, al terminar volvieron a hacer la venia a su abuelo que estaba complacido.
Entonces cambiaron la música por algo más moderno y el baile era ya para compañeritos de la escuela, más jovial, era otra cosa la recepción.
Adrién estaba feliz viendo a sus nietas rei, bailar, correr, disfrutar de su fiesta de cumpleaños. Conversaba con su nuera y otras personas se lo veía cambiado, no tenía la cara de enojado, sonreía a cada rato y platicaba cosas modernas, bailo ritmos nuevos, su hijo sonreía viendo a su padre feliz, bailaba con sus nietas, todo el baile fue tranquilo y feliz, cuando se acabó la celebración llamo a sus nietas y les dio su regalo personal a solas.
—Alice y Dianne, mi regalo es este medallón que lo llevaran, siempre es el símbolo de nuestra familia reconocida en toda Rumania, cuando sean adultas el medallón les anunciará quién será su esposo cuando este lo decida
—Abuelito, ¿o sea que el medallón es quién decide quién será mi esposo?
—Si mis nietas, podrán tener novios, pero su esposo será escogido por el medallón familiar, se darán cuenta de que brillara cuando eso suceda.
Las niñas sonrieron, todavía eran unas niñas y eso no les importaba, lo que les gustaba era que su adorado abuelito les regalo ese medallón.
Debían ir a la escuela, fueron a una exclusiva donde prevalecía los modales y restricciones de la usanza a la antigua, usaban tecnología, pero el respeto, la cultura era lo primordial, tradiciones de antaño y el apellido Wallacer era el más aristócrata, las niñas eran las más respetadas ahí.
Ellas eran las más estudiosas, las más consideradas, sus amigas eran escogidas, pocas tenían el privilegio de visitar su mansión para jugar con ellas, tuvieron amigas más cercanas, una se llamaba Mandy, otra Elisa, Candace, siempre entraban en la mansión, cuando llegaron a la graduación de la escuela su Abuelo estaba en la silla principal de la escuela, porque era el Patriarca de los Wallacer y con alcurnia, estaba feliz con la educación de sus nietas.
Se las llevo de vacaciones a Rumania, antes de entrar a la siguiente fase de su educación, ya habían cumplido los 11 años, se las llevo al mall, estaban observando algunas golosinas y le pidieron permiso a su abuelo para ir a buscar unos chocolates, al recibir el permiso se fueron corriendo a la sección de dulces, casi al llegar se chocaron con un hombre muy alto, de ojos azules al mirarlo sus medallones brillaron al unísono, Él las miró las saludo y ellas le contestaron el saludo, les pregunto que querían si las podía ayudar le señalaron unos chocolates que estaban en la parte alta del estante, se los alcanzo, se los dio y ellas agradecieron haciéndole una reverencia y Él les contestó con una venía. Sonriéndole, ellas notaron unos colmillos y se despidieron agradeciéndole la ayuda, replicándole el hombre alto
—No hay porque chiquillas
Fueron de regreso donde estaba su abuelo y se fijaron que ese hombre llego hasta donde estaba su abuelo y Él le hizo una reverencia a ese hombre y después le dio la mano sonriéndole y salió, afuera camino rodeado de hombres armados y se fue.
Se quedaron asombradas, estaban acostumbradas a que a su abuelo le hagan reverencias, no su abuelo a otra persona, con prisa le preguntaron muy curiosas.
—Abuelito, ¿quién era ese señor que saludaste?
—Ah, mis nietas queridas, es el Rey de Transilvania
—¿El Rey?
—Sí, es raro que este por estos lugares
—Abuelito, Él nos ayudó bajándonos estos chocolates que estaban muy arriba
—¿Y ustedes qué hicieron?
—Le agradecimos, le hicimos una reverencia y Él nos contestó con una venia
—Muy bien, educación ante todo.
Lo del brillo de los medallones no le dijeron por qué ellas no se dieron cuenta.
Estuvieron una semana en Transilvania y regresaron a New York
Así mismo entraron a una Escuela de educación superior, los 3 primeros años fueron reticentes a amoríos siempre serias, no les llamaba la atención enamorarse.
Drácula se reía, tomó las manos de sus esposos mirando a todos —Jajajaja, ya ven, privilegios de ser el patriarca de todos aquí —Bien, ya que está definido los turnos, ¡rige desde ahora! —Bien, Vamos esposos nos toca primero Entraron y cerraron la puerta, los demás se fueron no tan contentos, Dominik se sonreía viéndolos, todos querían cuidar y jugar con sus hijos. Salieron sus esposas del cuarto riéndose —Dominik tu abuelo y sus esposos nos sacaron de la habitación, dijo tu abuelo que disfrutemos estar sin obligaciones —¡Mi abuelo con sus cosas!, además es cierto, ¡vamos al mall! —¿Al mall solos?, ¡ya extrañaba eso! —Yo también —Qué bueno es tener familia que te ama, te cuidan —Quería decirles que hoy quiero ir en auto y yo manejo —Dominik, pero el mall está lejos —¡No importa!, quiero manejar, ir apreciando el paisaje —Pero Dominik quien estará al frente del reino mientras estamos en el mall —Esperen un momento, ya regreso Y Dominik camino a la biblioteca, entro se es
Las dos lo observaron en forma pícara, se rieron de verlo sonrojado, sudoroso y excitado, se le acercaron diciendo. —Dominik, no sabíamos cuándo ya estar así, ¡solas para amarte!, te deseamos siempre esposo nuestro —dijo Dianne —Si, cuando llegamos aquí, queríamos ya estar a solas contigo amor—dijo Alice Las dos le daban la vuelta al cuerpo de su esposo, toqueteándolo y haciéndolo gemir, Dominik ladeaba la cabeza sintiendo esas hermosas y ávidas manos recorrer su cuerpo, estaba vestido todavía, pero esas muestras de amor lo volvían loco, Dianne se le arrojó a besarlo apasionadamente y Alice lo abrazaba por detrás y besándole la espalda por encima de su camisa. —¡Las amo tanto!, ¡las deseo tanto!, muero por tenerlas en mis brazos, mis amores Despacio llegaron a la cama, mientras una lo besaba en la boca, la otra le lamía el cuello y le daba chupetones, se le escuchaba al rey gemir con tal placer, estaba tan caliente. Lo empujaron para que se acueste y las dos empezaron a revolotea
—Amor, que pasa, jamás has llorado, —Mi hijo… Alexander… se fue… llorando y yo… soy el culpable Dominik se acercó a su abuelo diciendo —Abuelo, ten paciencia, mi papá siempre estaba triste, te extrañaba y bueno creo que los recuerdos lo pusieron así —Dominik, no debí tratarlo de esa manera, le dolió y mucho, ¡yo lo dejé solo! —Amor, eh, si puedes saber dónde está ahora y que vayas a arreglar esto, no lo dejes ahí, ¡tú amas a tu hijo!, siempre lo decías, creo que llego la hora de hablar con tu hijo amor. —Si Hadrien, voy a buscarlo, está solo ahora, recién se casó y no voy a ser el culpable de su infelicidad, me voy —Tu amor de padre primero amor, tú lo amas Drácula se paró y se limpió sus lágrimas, cerro los ojos y dijo —Me voy a hablar con Alexander, adiós, más tarde nos vemos amores —Está bien amor—dijeron los dos juntos mirándose Hizo un gesto y desapareció en una inmensa estela escarlata, Dominik estaba triste, quería mucho a su familia y no le gustaba ningún distanciami
El tiempo transcurrió y antes de lo previsto las contracciones de las gemelas se adelantaron, las llevaron a la clínica que estaba preparada con todo, estaban bajo el cuidado del mejor ginecólogo del reino. Afuera estaba Dominik caminando nervioso de aquí para allá, se sentaba de vez en cuando y tamborileaba los dedos de sus manos, estaba solo, sin hermana, ni padre, ni abuelo, más nervioso estaba. Cuando se escuchó el llanto de un bebé, después tres más, sonrió y se sentó a esperar, salió el ginecólogo y dijo. —Su majestad ya está, sus cuatro hijos están sanos, todo salió bien, son varones —¿Puedo ver a mis esposas, a mis hijos? —A sus esposas puede verlas, sus hijos están lavándolos y ponerlos en cunas. Dominik entro a la habitación donde estaban convalecientes sus esposas —Hola, ¿cómo están mis amores? —Amor, ¡estamos bien! Abrazo a Dianne y después a Alice, —¡Somos padres, mis amores!, que están bien, dijo el doctor Se escucharon a las enfermeras entrar con dos niños en
—Estamos aquí para oficiar la unión de estas tres parejas, con el amor puro que se profesan Rey Drácula y Agatha Rey Alexander y Andrey Rey Lucius y Laila Toda la ceremonia fue hermosa, dijeron sus votos, llego la puesta de los anillos entre los novios, la gente aplaudía a pesar de estar dentro de la Catedral, y llego el momento crucial cuando el obispo dijo. —Los declaro esposos y esposas Los nuevos esposos se besaron, los vítores y aplausos no se hicieron esperar —VIVA LOS ESPOSOS —VIVA LOS REYES Empezaron a salir, fueron recibidos con arroz y serpentinas, aplausos, vítores, se subieron a los autos para ir a la recepción en el gran salón de Palacio, ya estaban listos los tronos de todos. Entraron y se sentaron en sus tronos, la algarabía era estruendosa, la felicidad salía por los poros de todos, hasta que el rey Dominik, cogió el micrófono y dijo. —Silencio, por favor El salón quedo en total silencio, entonces el rey comenzó a hablar. —«Señores y señoras, en este día ha
Drácula miró a sus dos amores, se sentía tan feliz, el regresar al reino para estar en la boda de su hijo Alexander fue la mejor decisión que tomo, porque encontró a su amor verdadero de nuevo y lo sigue amando. —¡Claro que me caso Agatha!, te amo, jajajaja, —¡También te amo Drácula! Los que veían el espectáculo estaban asombrados, la ancianita más querida de Palacio ahora era joven de nuevo y se iba a casar con el padre del rey, el vampiro legendario del mundo, el poderoso Drácula. Dominik estaba feliz, iba a ser padre de cuatro hijos varones, su padre se iba a casar con su pareja de vida, su hermana Laila también y conoció a su abuelo que era el más temido y legendario de los vampiros y también se casaba, y tenía el amor de sus esposas gemelas, se sentía tan afortunado. Las gemelas estaban con su abuelo Adrién, comentando todo lo que había pasado, cosas que ignoraban y le decían —Abuelo, ¿tú conocías al padre del señor Alexander? —Sí, lo conocía, pero no podía decir nada, eso
Último capítulo