Pasé el resto del día intentando estudiar todo lo que había logrado analizar del caso de Samuel, pero por más que intenté no logré llegar a ninguna prueba. ¿Estaría sucediendo algo extraño? Y aunque había dormido poco en el día, el poder y la curiosidad científica me mantuvieron completamente despierta durante todo el resto de la jornada.

Santiago desapareció un rato después, y aquello me hizo sentir más tranquila; no tener la presencia del hombre ahí me hizo sentir un poco mejor. Lo último que quería en ese momento era tener aquellos pensamientos sobre lo que estaba sucediendo entre él, Máximo y yo. Lo último que quería era una distracción de mi trabajo, porque lo que estaba haciendo era realmente importante: necesitaban encontrar la solución al problema del medicamento contra el insomnio, y así ganarme la suficiente confianza dentro de la corporación para comenzar a manipular todo.

Y entonces, mientras estaba ahí analizando los datos y comparándolos con los análisis cerebrales de má