Cap. 156: Amigos verdaderos.
La tarde se colaba tibia por las ventanas del apartamento, donde el aroma a vainilla y canela impregnaba el ambiente. Emma tejía con concentración en su sillón favorito, las agujas danzando entre sus dedos mientras hablaba con entusiasmo sobre el futuro nieto o nieta que llegaría a sus vidas. A su lado, Marie sonreía en silencio, disfrutando del momento, y frente a ellas, April, con una taza de té entre las manos, observaba la escena con ternura.
—¿Estás segura de que quieres aceptar ese trabajo tan lejos de Nathan? —preguntó April con voz suave, rompiendo la armonía del instante.
Marie bajó la mirada y asintió con firmeza.
—Sí. Por mi estabilidad emocional, es lo mejor. Necesito un espacio donde pueda respirar sin sentir que todo gira a su alrededor. No quiero depender de él. Empiezo en unos días.
April la miró con compasión.
—Yo aprendí mucho de Nathan… Es un buen jefe, un gran ser humano. Un excelente amigo.
Marie soltó una risa baja, algo irónica.
—Un gran ser humano que sigue du