Cap. 83: ¿Dejar el orgullo a un lado?
La sala del apartamento se convirtió en una zona de guerra de bloques de colores. Logan, sentado en una alfombra extendida frente al sofá, observaba con una sonrisa cómo Ethan y Dylan discutían apasionadamente sobre si un castillo debía tener foso o puente levadizo. Sienna, con su conejo de peluche apoyado sobre una torre tambaleante, aplaudía cada avance con entusiasmo.
—Papá, esto se va a caer si Dylan sigue poniendo piezas sin preguntar —protestó Ethan, con el ceño fruncido.
—No se va a caer. Lo reforcé con una base de tres niveles —respondió Dylan, con seriedad de ingeniero en miniatura.
Logan, aún algo pálido pero visiblemente más animado, soltó una carcajada que le provocó un gesto de dolor.
—Ustedes dos son como arquitectos en guerra. —Se inclinó hacia Sienna y susurró—. Menos mal que tú y el conejo somos la parte diplomática de este equipo.
Sienna rió, cubriéndose la boca con las manos.
—Mi conejo dice que los niños gritan mucho —comentó, con aire solemne.
April, sentada en la