Capítulo: Una partida ganada por Bianca.
Hank detuvo el auto a un lado del camino, solo entonces el hombre pudo ver lo que había capturado, tanto la atención de Emerson Carrigan.
Rodó los ojos al ver a esa mujer, Bianca vendiendo dulces, con una actitud de una mendiga, ¿podía haber caído tan bajo?
Hank supo que ella se lo merecía por traidora, pero tuvo un presentimiento, a estas alturas de la vida, ese hombre sabía cosas de la vida, y no se confiaba de que esa mujer estuviera ahí haciéndose la víctima, conocía a Bianca Stuart, ella podría trabajar en cualquier cosa, ¿no fue una dama de compañía en el pasado? ¿Qué le impedía hacerlo ahora?
Emerson salió del auto, cruzó la calle, y fue hasta ahí.
Bianca había vendido un cigarrillo a un indigente que estaba molestándola.
—Ya le vendí, déjame en paz.
El hombre tomó su brazo, se negó a soltarla.
—¡Aléjese!
—¿Acaso no escuchaste?
El hombre casi cayó al suelo al mirarlo, asustado, huyó despavorido.
Bianca lanzó un suspiro como de alivio.
—Emerson, muchas gracias por defe