—¿Qué dices, amor? Pero ¿Quién querría matarte, mi vida? Yo voy a cuidarte, mi cielo —dijo Ruby, acariciando el rostro de Bill
Los ojos del hombre se abrieron con horror, era como si temiera.
La reacción no tardó en llamar la atención de Emerson.
—¿Por qué papá actúa así? ¡Como si te temieran!
Ruby negó, rio.
—¿Cómo va a temerme, Emerson? Tu padre me adora, como yo a èl, mi amor, recupérate pronto, tu hijita y yo te necesitamos tanto
Bill no pudo hablar, su presión arterial y latidos del corazón se dispararon que mandaron una señal de alerta.
Los enfermeros llegaron rápido, les pidieron abandonar la habitación.
Al salir, Ruby volvió a llorar. Emerson la miraba con duda.
—¿Por qué mi padre dice que alguien quiere matarlo? ¿Por qué tiene tanto miedo?
La mujer se puso nerviosa.
—No lo sé, tal vez después del accidente cerebrovascular no quedó bien de su mente, ¡tengo miedo de perderlo, Emerson!
La mujer volvió a abrazarlo, pero èl se alejó, observó a Anya detrás.
Ruby Lane se