Emerson escuchó el sonido de la llamada del teléfono, se levantó y respondió.
—Hola.
—¿Señor Carrigan? Habla la enfermera de su padre, el señor Bill Carrigan, èl se ha puesto mal, lo hemos llevado al hospital, ¿puede venir a verlo?
—¡Voy para allá! —exclamó Emerson.
Anya se levantó al verlo tan apurado.
—¡Es papá, se ha puesto peor!
Anya se levantó enseguida, se vistió tan rápido como Emerson, y ambos tuvieron que despertar a Betty y Bradley. Betty dijo que ayudaría a Sienna.
Prometieron mantenerlos al tanto.
En el hospital.
Al llegar, Emerson y Anya esperaban noticias del doctor.
Anya se movió un instante para llamar a Betty y preguntar si su hija estaba bien.
Emerson esperaba al doctor, cuando encontró a Ruby Lane. Ella se arrojó a sus brazos, mientras sollozaba como una niña, de forma tan falsa, que incluso Emerson se encontró incómodo.
—¡Tengo tanto miedo de perder a Bill! ¿Quién me protegerá ahora, Emerson? ¿Lo harás tú?
Anya sintió asco de ver a esa mujer actuando co