Axel al mirar el desconcierto en la mirada de Carolina no pudo evitar recordar aquel dia .....
Flashback
La habitación estaba sumida en un silencio absoluto, roto apenas por el sonido constante de la máquina que monitoreaba sus signos vitales.
Axel permanecía sentado en la silla junto a la cama, observándola.
Carolina —su dulce Carolina— seguía inmóvil, frágil, con su rostro pálido iluminado por la tenue luz de la tarde.
Sus pestañas largas descansaban sobre sus mejillas, su respiración era lenta, medida por aquellos aparatos que ahora parecían ser su único vínculo con la vida.
Axel extendió la mano, acariciando con suavidad el dorso de la suya.
Estaba fría. Siempre tan fría.
Cada día era igual: llegar, sentarse a su lado, hablarle aunque no respondiera, esperar un milagro que parecía no llegar nunca.
Pero aquella noche… todo cambió.
Axel cerró los ojos, recordando.
Podía sentirlo aún.
La forma en que sus párpados temblaron de repente, la leve presión de sus dedos en su mano, el susu