Cap. 80: Un amor que va más allá de las apariencias.
El jardín principal de La Momposina estaba listo para la boda de Mike y Stella. El altar, adornado con un arco de flores silvestres y ramas de café, enmarcaba las montañas y el cielo despejado. La brisa fresca acariciaba a los invitados mientras el obispo de la región se posicionaba frente a Mike, quien esperaba con una mezcla de nervios y emoción.
Cuando la música comenzó a sonar, todos los ojos se dirigieron hacia el sendero. Stella apareció, del brazo de Miguel, quien lucía orgulloso mientras la conducía hacia el altar. Su vestido sencillo, con detalles en encaje que caían suavemente sobre su vientre, la hacía ver etérea. Llevaba sus lentes, no los anticuados de antes, pero sí un diseño moderno que complementaba su rostro. Su maquillaje natural realzaba su belleza, y la luz del sol que bañaba su cabello parecía darle un halo dorado.
Mike, al verla, sintió que el mundo se detenía.
—Es perfecta… —murmuró, sin apartar la mirada.
El obispo, notando la intensidad de su expresión, sonrió