Cap. 56: Mike Duque, no será parte de nuestras vidas.
Stella disfrutaba de un momento de calma, saboreando un pastelillo que había pedido por antojo mientras contemplaba las luces de la ciudad de Nueva York desde la terraza de la suite. La vista era impresionante, pero su mente no podía alejarse de los pensamientos sobre Mike y la conversación que habían tenido. Una mezcla de amor, incertidumbre y esperanza giraba en su interior, manteniéndola en un estado de vulnerabilidad que trataba de ocultar incluso de sí misma.
De pronto, unos golpes fuertes y repetitivos resonaron en la puerta. Stella frunció el ceño; su instinto le decía que algo no estaba bien.
—Verónica, ¿quién será? —intentó advertir, pero su asistente ya estaba de camino a la puerta.
—Debe ser servicio a la habitación o algún mensaje —respondió Verónica con calma.
Cuando abrió la puerta, la figura alta y elegante de Evangeline apareció al otro lado. Sin esperar invitación, entró como una tormenta, su rostro lleno de furia y sus palabras afiladas como cuchillas.
—¡Zorra! —excl