Salvatore Mancini.
Miro desde las alturas de mi oficina como todos los hombres de la organización se reunían poco a poco.
Había convocado a una asamblea de extrema emergencia. Tenía que comunicar sobre la traición dentro de nuestra organización, así el traidor sabía que estaba detrás de él.
Siento los brazos de Isabella rodear mi torso y apoyar su cabeza contra mi espalda.
—¿Quieres que te acompañe?---pregunta
—Por favor.
—Todo va a salir bien, Tore. Atraparemos a ese bastardo y lo harás pagar por cada daño que ha provocado. Tenemos el apoyo del resto de Capos. Está muerto desde ahora.
—Es solo cuestión de tiempo para tenerlo en mis manos.
—Solo es tiempo.
Cuando finalmente todos se reúnen en el primer nivel, tomó la mano de Isabella y juntos salimos de la oficina. Apenas nos vieron, se produjo un silencio rápido.
—Si los he citado aquí, es porque quería comunicarles algo que es muy importante—empiezo y varios hombres se miran entre sí—. Hay un traidor entre nosotros.
Puedo