Capítulo 33
Camila bajó del taxi con una bolsa de ropa en una mano y una maleta en la otra.
Respiró hondo antes de entrar a la vecindad donde ahora viviría, La estructura era vieja, las paredes tenían manchas de humedad, y en las escaleras de concreto estaban malhechas, pero este sería su Nuevo hogar
Subió hasta la azotea, El cuarto que le habían ofrecido estaba al fondo, junto al tendedero común, no le importaba donde le tocaría empezar de cero, solo Necesitaba demostrarse a sí misma que era capaz.
Adentro solo había una cama individual, una mesa de plástico con dos sillas, una repisa pequeña y una cocineta eléctrica, El baño era compartido con otros inquilinos.
Nada de eso le importaba, necesitaba, Estar lejos de Luciano, de Santiago, de Susan, de su padre… lejos de todos los que sentían que ella era una débil y que no podía empezar de la nada.
Se quitó los zapatos y abrazó sus rodillas, Lloró en silencio durante varios minutos.
No quería compasión, ni ayuda, ni piedad, quería empe