Capítulo 49
Luciano no quería ir a la fiesta de Rodolfo, estaba incómodo mientras se acomodaba la chaqueta.
—No me interesa ver a ese hombre, No es tu padre. Y de alguna manera te vendió.
Camila lo miró en silencio, no le gustaba esa dureza, pero entendía que el solo quería cuidarla de otra decepción
—Lo sé —respondió despacio y suspirando —. Pero yo necesito hacerlo, Quiero cerrar ese ciclo no puedo seguir odiando, ni a él ni a mi pasado. La única forma de seguir adelante es olvidar y perdonar.
Luciano suspiró, le pasó la mano por el rostro. No quería discutir, pero tampoco podía fingir que todo le daba igual.
—Camila… no tienes que hacerlo si no quieres.
Ella se acercó, lo abrazó por la cintura y apoyó la boca en su cuello.
—Quiero hacerlo. Y te prometo que te voy a recompensar cuando regresemos —susurró con picardía.
Le acarició la entrepierna con suavidad. Luciano cerró los ojos un instante y sonrió, la atrajo hacia él y la besó con ternura.
Horas después, entraron juntos al saló