Capítulo 100. Miedos pasados en una dama. Parte 1.
Coorah.
Cortijo Bello Amore, en las afueras de Dos Hermanas, Sevilla, Andalucía, España, 2024.
Ese beso, como todos los que el Adonis me daba, me desconectó, haciéndome ingresar en ese mundo de deseo ardiente, y urgente, que activó mi parte salvaje, me colgué de su cuello, mientras devolvía sus besos con igual pasión, sólo el sonido que hizo una puerta al cerrarse con fuerza me hizo darme cuenta de que estábamos en la habitación principal, frente a una cama antigua, pero restaurada, con un precioso dosel, del cual colgaban cortinas de gasa, tipo mosquitera, de color blanco.
-” ¿Alguna objeción con la decoración de sus aposentos, Señora De Falco?”- me preguntó el Adonis italiano, con una sonrisa tentadora, después de que yo separara mis labios, de los suyos, para mirar a nuestro alrededor, entre sentimientos de sorpresa, y de un deseo, que aún no apagada.
-” Por ahora, no puedo decir nada, pregúnteme en unas horas, después de que cumplas todas mis órdenes.”- le dije con una sonrisa