Por Alberto
Volví al shopping, el evento había terminado y de Alice no había ni rastros.
Me acerqué a una de las vendedoras y con mi seductora sonrisa, le pregunté por Alice.
- ¿Alice?
-Alice Smith.
-Ah, usted se refiere a la gerente de publicidad, ella se retiró.
-¿Gerente de publicidad?
-Se refiere a la mujer que estaba con los gerentes, a la hermana de Eli.
-Sí.
-Hace veinte minutos que se fue.
-Muchas gracias.
Llegué a mi casa, sin encontrarle sentido a todo lo que me estaba sucediendo.
Me encontré tomando un vaso de vodka, luego otro y otro.
Terminé borracho, sin poder levantarme del sillón, sin poder sacar su carita, acongojada, de mi mente.
Me dormí en el sillón, ese dónde tantas veces habíamos hecho el amor.
Me desperté vestido, con la ropa del día anterior, con todos los recuerdos del día anterior.
Repasé todos los hechos y me di cuenta de que Clara me estaba tomando de la mano cuando Alice me vio, por eso huyó, tal vez igual se hubiera ido.
Ella creía que yo seguía casado.