Por Alberto
Restauré el sistema descompuesto en una de las bodegas, en realidad contaba con varios ingenieros en cada bodega, pero yo conocía a la perfección cada una de las complejas maquinarias, antes de invertir y modernizarme, estudiaba a fondo todo lo que compraba y me aseguraba de entender cada algoritmo y cada patrón.
Luego, en otra de las bodegas, falló el inventario, no lo podía creer.
Solamente quería volver, estar con Alice, logré conectarme con ella y nadie sabía el esfuerzo que hice esa semana para concentrarme en los problemas de las fábricas que poseía en Mendoza.
Nunca me sentí tan feliz cuando mi avión tocó el suelo porteño.
Sin embargo, me esperaba un día ajetreado, almorcé con un socio de un país europeo.
Hablar en italiano todo el tiempo, me agotaba, sobre todo porque no era un idioma que lo practicara con frecuencia.
Cerca de las 4 de la tarde, me desocupé.
Estaba a punto de ir a la oficina de Alice, peor necesitaba algo más que un beso en el aire necesitaba estar