Arnold no bromea con tenerme completamente sin importar el método, porque aun sabiendo que no quiero ser parte de su negocio ni mucho menos ser su obsesión, continúa narrándome todas las cosas que sería capaz de hacer por mí.
Unas que son tan violentas que me angustian mucho. Porque Arnold solo ha empezado con el secuestro, su experiencia causando tanto dolor, le ayuda a tener un repertorio tan amplio que temo por cualquier cosa que puede usar en mi contra.— Por favor, no me hagas daño. — susurro.— No lo haré si no me haces perder la cordura, Eva. Porque esta vez, no voy a conformarme solo con tus tratos a medias. — Yo… puedo ser una buena empleada. Si me lo permites, te cocinaré y cuidaré si es eso lo que deseas, pero por favor, no me involucres en esto, te lo pido. — digo llorando.Arnold usa sus dedos para enjuagar mis lágrimas, solo p