El pánico se apodera de mí, porque es la última vez que estuve en un enfrentamiento, casi no vivo para contarlo. Así que, ahora más que nunca debo pensar que cosas hacer tomando en cuenta que aún no me he recuperado de mis heridas y mi hijo se encuentra aquí conmigo.
— Lo mejor es que nos marchemos al lugar seguro que el señor Krick ha preparado, por lo menos, hasta que consigamos un mejor lugar donde quedarnos. — dice Alondra.— No me agrada tener que marcharme así abruptamente. Recuerda como terminé la última vez que me involucré en un plan del que no tenía detalles.— Lo hiciste bien, cualquiera habría muerto, pero, aquí estás.— ¿Te habían dicho que eres terrible consolando? — pregunto, pero, los disparos y choques se sienten con más fuerza que comienzo a temer porque ya sea demasiado tarde pa