El poco alivio que experimenté durante breves segundos no compensa el malestar que estoy sintiendo justo ahora. Porque el hombre que estuvo por abusar de mí, aparece caminando mientras se aferra a las paredes para alcanzarnos.
— Eva, necesitas ponerte de pie y caminar por tu cuenta, en unos minutos podría alcanzarnos y necesitas avanzar.— Pero… ¿Qué hay de ti? No puedo dejarte aquí.— Tengo entrenamiento en combate, estaré bien. — dice ella bajándome completamente y dejándome la pared como apoyo.No hemos caminado siquiera quinientos metros cuando el peligro amenaza con destruir por completo mi oportunidad de escape, porque después de esto, no es posible que yo pueda fingir que no sé lo que está sucediendo.El rostro transformado en el padre de mi hijo, ahora esta tan desfigurado que parece un monstruo, porque del disfraz solo queda poco menos