A diferencia de la desconfianza que siento, los oficiales de policía no me traicionan y por ello, puedo llegar al parqueadero siendo escoltada por todos ellos hasta una ambulancia donde ellos revisan que todo se encuentre bien.
Con las maletas a las que me aferro y mi hijo conmigo, subimos a la ambulancia donde me brindan los primeros auxilios a un cuerpo que está llegando a su límite de dolor.— Escoltaremos la ambulancia con disimulo y colocaremos un señuelo para desviar la atención de su esposo. Recuerde que está a salvo con nosotros. — dice el oficial.— Gracias. Valoro mucho la ayuda que nos están brindando.El oficial cierra las puertas y Alondra se concentra en lo que hacen los paramédicos conmigo y también hacia donde nos dirigimos.— ¿Qué te sucedió? ¿Cómo fue posible que vinieras aquí? Pensé que…&mdash