Sabía que las cosas no saldrían bien y la verdad, actuar con frialdad y violencia, no dio los resultados que esperaba sobre ellos. Así que, analizo mi ruta de escape, pero, esta es una jaula metálica donde no hay forma de pedir ayuda.

— Voy a matarte. — dice uno de ellos y de inmediato, agarra otro cuchillo, por lo que, yo saco mi arma y le disparo en la cabeza dejando a todos aturdidos.

— Si entraste con un arma.

— Pueden actuar sorprendidos e incluso molestos, pero, sé que tienen armas. Sus rostros me dicen ello. — digo y ellos de inmediato, colocan sus manos bajo la mesa y esa es mi señal para esconderme bajo la mesa.

No sé si mi miedo no es justificado, pero, cuando bajo la mesa y veo como intentan agarrar las armas, yo agarro todas las que pueda con ambas manos para disparar en la pierna de cada persona que tenga cerca hasta que ellos comienzan a retroceder y disparar hacia donde