Miro a los hombres que desbordan orgullo y es de eso que me abrazo, porque no puedo entrar y matarlos cuando ellos son tan expertos en la violencia que no quiero hacerla parte de lo que soy.
Ellos se miran entre sí y sonríen con altivez, por lo que, yo espero que me permitan pasar sin ver que alguno de los escoltas que dejaron el arma aquí han vuelto a entrar.‘¿Eso es una buena noticia o una mala?’ me pregunto mentalmente.Creí que lo peor había sido ser secuestrada por Arnold, después lo del bebé cuando él me trataba como una mujer infiel, pero, cada vez pasan más cosas que me hacen replantear que es lo peor que me ha sucedido.— Deja de tocarme tanto que vas a hacerme enojar.— Lo siento, solo hago mi trabajo. — dice Damián mientras hace que otra persona se levante para ser requisado.— Te estás tomando muy en serio la requisa.