‘Se está esforzando, de eso no tengo dudas.’ Me digo mentalmente.

Pero por mucho que lo haga con buenas intenciones, no puedo evitar sentir desagrado por el terrible aspecto que tiene la comida, por eso, me acerco con cuidado hacia la isla de la cocina que está llena de todo tipo de ingredientes y reviso que no haya utilizado uno dañado o con fecha de vencimiento vencida.

Sin embargo, ni siquiera una comida dañada podría oler tan terrible. ¿Cómo rayos hizo posible que alguien se enfermara con solo oler un poco de su comida cosa que esto si es capaz de hacer?

— Creo que lo mejor es que el niño coma una comida nutritiva a la vez. — digo intentando que no se sienta mal por ello.

— Tienes razón, debo tomar las cosas con calma.

— Sí, me imagino que es un consejo que uno de tus terapeutas tuvo que haberte dado, ¿no es así?

De inmediato, Arno