Mi cuerpo está agotado, siento que en cualquier momento voy a desmayarme, porque el miedo de morir, el estrés de cómo va a terminar todo esto y el desgaste físico ya me están pasando factura.
Pero, no me doy por vencida, porque necesito regresar a casa con mi hijo y por eso, disparo a los hombres que están heridos, para después apuntar al hombre que no puedo distinguir porque no hay suficiente luz.— ¡Eva Krick! — dice una voz que me hace temblar.Mi cuerpo no responde, no es capaz de dispararle aunque sé que no es Arnold, que no puede ser él porque si estuviera vivo, no habría llegado tan tarde ni permitiría que yo pasara por esto sola.‘Ese no es Arnold, quizás sea Anthon, pero, no es mi esposo.’ Me digo mentalmente.Es el cumpleaños de mi hijo, debería estar celebrando con mi pequeño que hace un año nos conocimos di