¿Los documentos originales de divorcio con su firma?
¡Imposible!
—¡Nunca he firmado nada! ¡Ni siquiera he visto esos documentos! —gritó Lorenzo.
El mayordomo, completamente despierto tras el rugido del joven señor, suspiró y dijo:
—Pero los documentos son auténticos, la firma parece correcta, y como usted no llamó en los últimos días, el señor asumió que estaba de acuerdo.
—¡No, no lo estoy! ¡¿Cómo voy a aceptar un documento que nunca he firmado?! —exclamó Lorenzo furioso, con las venas de las manos sobresaliéndole.
El mayordomo, tras escucharlo, frunció el ceño y aventuró con vacilación:
—¿Acaso la joven señora falsificó su firma?
—Ja, solo ella sería capaz de hacer algo tan ilegal. ¡No tiene ni pizca de cerebro! —respondió Lorenzo con rencor.
—Una firma falsificada hace que los documentos de divorcio no tengan validez legal. ¡Simplemente está burlándose de mí y del abuelo!
¿Por quién lo tomaba Marisela? ¿Por un mono de zoológico? ¡Atreverse a jugar así con él!
Lorenzo estaba tan furi