Capítulo 587
Daniel echó un vistazo al canalla que lo miraba con los ojos llenos de protesta. Aunque el otro estuviera dispuesto, él no tenía intención de ir a quedarse en casa de los Cárdenas, porque también estaba su hermana.

¿No podía traer a Isabella también?

Ja, ja, eso sería realmente como enviar al cordero a la boca del tigre.

—Gracias por la buena intención, abuelo Eduardo. Ya tengo un contrato a largo plazo en el hotel, además mis horarios de entrada y salida no son fijos, no quiero molestarlo —declinó Daniel cortésmente.

Eduardo al escuchar esto, sabía que eran palabras corteses, después de todo, por muy frecuentes que fueran sus entradas y salidas, la casa ancestral era tan grande que no podría molestarlo.

A un lado, Lorenzo al escuchar esta respuesta no dijo nada, pero sus ojos lo decían todo:

—Tienes buen ojo.

—Está bien entonces, eres bienvenido a venir cuando quieras. Además, ven a comer frecuentemente cuando tengas tiempo, considéralo como tu casa. Tu abuelo y yo éramos buenos herma
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