En ese momento, en la oficina presidencial del último piso del Grupo Bustamante.
Al llegar la hora de salida, Ulises tomó su saco y se levantó, pero estornudó.
En pleno verano ardiente, sentía un poco de frío en la espalda, sospechando que el aire acondicionado de la oficina estaba muy alto.
Germán le dijo que tenía invitaciones extras, invitándolo a participar en una fiesta en crucero juntos, pero él lo rechazó.
A menos que fuera una ocasión comercial, o hubiera personalidades reconocidas de la industria, no tenía el menor interés en fiestas, ni asistiría fácilmente.
¿Y qué tipo de evento comercial podía ser al que Germán lo invitara? Él había dejado la casa para irse a su bufete, no se preparaba para heredar la empresa, además tenía un carácter de playboy libertino.
Así que no era más que un montón de hombres y mujeres reunidos, desordenado y ruidoso, un escenario puro de conquistas amorosas.
Después de rechazarlo, el otro siguió insistiendo enviándole mensajes, incluso describiendo