—Confiesa de una vez —dijo Ulises seriamente.
—¿Para qué la buscaste? ¿Era por lo del mediodía? —se acordó.
Si era así, ¿le habría contado Marisela a Germán?
Probablemente no, después de todo debía respetar la privacidad ajena, y Germán era un tercero ajeno al asunto, diferente a Celeste.
Ante el interrogatorio de su amigo, Germán no tuvo más remedio que responder con la verdad.
Contó que su propósito inicial al buscar a Marisela había sido efectivamente chismear sobre lo que había pasado entre ellos.
—¿No te respondí ya? —dijo Ulises.
—Ay, ay, ay, me dijiste el resultado, no me contaste el proceso —dijo Germán.
—Quién iba a pensar que eras tan tímido pero atrevido, molestando a la pobre.
Ulises suspiró.
¿Marisela realmente se lo había contado??
¿Confiaba tanto en ese tipo de Germán? Solo tenían una relación de trabajo, ¿no? ¡Y apenas se conocían desde hace unos días!
Como esperaba, Germán se puso a burlarse y reírse como loco del otro lado, hasta que Ulises quiso colgar.
Ya que todo h