—¿Lista para irnos, pequeña? —La pregunta de su padre la sacó de sus pensamientos.
Enseguida Diana se giró a mirarlo antes de asentir con la cabeza.
—Einar quedó en ir a visitarme a la manada, sabes que tengo responsabilidades.
—¿Estás segura, Diana? —preguntó Dana.
No quería que a su bebé le rompieran el corazón más aún cuando podía elegir a su compañero y dejar de ser testaruda y por lo menos intentar hablar con Aris.
—Estoy segura mamá no tengo nada que hacer aquí, salvo por mi hijo, no tengo nada en este lugar.
—Venía a pedirte exactamente eso, mamá. Quédate aunque solo sea por esta noche, es la coronación de mi padre y quisiera que estuvieras aquí solo para acompañarme ¿Crees que sea posible hacerlo?
Diana miró a Einar en blanco.
Quería desesperadamente alejarse de Aris porque si seguía viéndolo sabía que su dolor aumentaría más aún porque estaban vinculados a pesar de que Adel hubiera tratado de cambiar ese hecho.
—Yo...
Al ver la súplica en los ojos de Einar suspiró antes de