XXIII. Estoy enamorado de otra mujer
Oliver iba sentado en el auto, con la cabeza prácticamente soltando humo, su pacífica vida se había convertido en una telenovela dramática, de la noche a la mañana.
Cuando se dispuso a hablar con Valerie sobre ellos, entró la llamada del padre de Elizabeth diciendo que ella se había cortado las venas, que estaban desesperados y que, por favor, los visitara urgente en el hospital.
Justo ya estaba llegando al sitio y en el camino se había cansado de llamar a Valerie, pero su teléfono le daba apagado.
Oliver estaba demasiado inquieto, no le gustaban para nada las situaciones que se iban de sus manos y esta, se estaba yendo al carajo.
Subió hasta el piso donde estaba el número de la habitación VIP, que le había dado el Sr. Johnson, y lo encontró en el pasillo hablando por el móvil.
Al verlo, tenía una mirada de alivio en sus ojos y le hizo señas de que esperara un momento por él.
- Oliver, que bueno que pudiste venir- le dijo finalmente el padre de Elizabeth dándole la mano con cansa