Mundo ficciónIniciar sesiónSin decir nada, caminó hacia una gaveta vieja, la abrió con calma y rebuscó entre sobres doblados y papeles guardados con cuidado, cuando regresó, deslizó algo por la mesa hasta dejarlo frente a Aileen, la joven lo miró, frunció el ceño y preguntó, confundida.
— ¿Dinero? ¿Por qué me das dinero, abuela? — Eleonor sonrió, con esa ternura que siempre le iluminaba el rostro, y le acarició la mano.
— Porque este fin de semana vas a ir a ponerte linda, quiero que te compres algo bonito, algo que te haga sentir radiante y el lunes, mi niña... — su voz se volvió firme, pero cálida — El lunes vas a salir a romper corazones, igual que alguna vez rompieron el mío. — Aileen abri







