Por Gonzalo
Como le confesé a mi hermano, anoche la hubiese tomado delante de todos, porque la vi y el mundo desapareció.
Hasta mis amigos me miran como si estuviera loco.
-Me enamoré de Débora, desde que la vi en el pool, Gabriel y Ema son testigos que por mirarla no podía seguir el hilo de la conversación y cuando nos acercamos y la vi de cerca, en cuanto pude, la besé sin poder contenerme.
-Pero le mentiste desde que la conociste.
Dice Soledad.
-No le mentí…hacía rato que quería cortarla con Marta.
-Le dijiste que no tenías novia y sí tenías.
-Todos saben que Marta no existía para mí.
-Tu mamá no lo sabía.
Ok, Soledad no me deja pasar una.
-Mi madre no sabe ni la mitad de mis cosas, mucho menos sobre mi intimidad ¿En tu casa saben que pasaste la noche con Ema?
Soledad se ruboriza y creo que me odia.
Reconozco que no fui por un buen camino.
Me estoy enfrentando a una chica, a la cual le llevo casi 10 años y ella solo está defendiendo a su amiga.
-Te fuiste al carajo.
Me dice Ema.
-P