Por Gonzalo
Nos tranquilizamos o en realidad se tranquilizó ella.
-Estábamos en algo…
Le digo cuando se fue la enfermera.
-Casi me atrapan haciendo…
Me reí a carcajadas.
Ella se enoja.
-Debi, cielo, no te enojes, de verdad estoy que exploto y los besos los comenzaste vos.
Está avergonzada
-Amor, era broma, te necesito…
Se lo digo en serio.
-Gonzalo, me quedo, si de verdad lo necesitas.
-Chiquita, te lo juro que me duele como mil demonios, pero si estas vos…es que sos el remedio que cura todas mis heridas.
Lo que le digo, a pesar que son palabras para conquistarla, es verdaderamente lo que siento.
-¿Hablaste con tus padres?
-Sí y están enojados porque no volví a casa hoy, están preocupados…le dije que Marta me siguió, solo porque ustedes dos se separaron y ella cree que es por mi culpa, les negué que nosotros dos tuviéramos algo, pero les dije que vos te pusiste delante mío y ella te hirió a vos y que me salvaste a mí.
-Chiquita, lo que quiero con vos, es algo en serio, tenés que decir