Por Débora
Entramos al departamento y cenamos, habíamos comprado comida de pasada.
-Hoy se me acercó Adrián.
Por poco se le cae el tenedor de la mano.
-¿Qué te dijo?
-Me agradeció que hayamos levantado los cargos y me preguntó si salía con vos.
-¿Qué?
-Yo le pregunté si estaba buscando que le tenga miedo, me dijo que no, que solo me lo preguntaba porque yo le gustaba mucho.
Me mira y noto en sus ojos un tormento.
¿Está celoso?
-¿Él te gusta?
-¿Qué? No, estás loco.
-Te besó y vos minutos antes le estabas sonriendo.
-¿De verdad? Te expliqué ese día, que yo no tuve nada que ver.
-Perdón chiquita…tengo miedo de perderte, yo no era celoso, hasta que te conocí.
-Me terminó diciendo que si elegía estar con vos, deseaba que yo fuese feliz.
-¿Sos feliz?
-Gonza ¿Qué te pasa?
-Me pasa que estoy perdido por vos, que sos mi vida entera y yo también, con el tema de Marta, estoy estresado, es una loca de mierda y cuando creo que ya no la vamos a nombrar más, aparece Adrián, que te desea y tengo mied