93

El silencio del refugio estaba cargado de una paz extraña. Afuera, el viento rozaba las ventanas con un murmullo insistente, como si quisiera colarse en el secreto de ese cuarto donde el tiempo parecía haberse detenido. Las paredes eran austeras, las cortinas gruesas y el mobiliario mínimo, pero allí, en esa cama estrecha de madera vieja y sábanas ásperas, reposaba un hombre que había sido quebrado y vuelto a armar a la fuerza.

Nikolai aún tenía los ojos cerrados.

Su rostro, antes duro como el acero, ahora se mostraba vulnerable. Tenía vendajes alrededor del torso, moretones que teñían su piel de tonos violetas y azulados, los labios partidos, las manos maltrechas. Cada respiración suya parecía costarle un pedazo de alma. Sin embargo, seguía respirando. Su pecho subía y bajaba con dificultad, pero con vida.

Y junto a él, sentada en una silla improvisada, estaba Lilia.

No dormía. No se permitía dormir.

Tenía los ojos fijos en él desde hacía horas, como si con solo observarlo pudiera ma
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP