Los días siguientes al triunfo del equipo fueron agridulces para Laura. Aunque la campaña había sido un éxito y la marca había logrado diferenciarse en un mercado hostil, en su vida personal una tormenta se gestaba. La presión del trabajo se sumaba a una preocupación que la mantenía despierta por las noches.
Una mañana, mientras revisaba correos en su oficina, el teléfono sonó. Era un número desconocido.
Al contestar, una voz grave y preocupada le informó que su hermana Sofía había tenido un accidente en la universidad.
La noticia la golpeó como un rayo: un químico había explotado durante un experimento en el laboratorio de la facultad de medicina. Sofía estaba grave y había sido trasladada de urgencia al hospital.
(Laura contestando el teléfono, con un tono nervioso) “¿Hola?”
(Melisa la enfermera habla con voz calmada) “Buenas tardes, ¿hablo con Laura?”
(Laura temblando) “Sí, soy yo. ¿Qué sucede? ¿Quien es?”
(Melisa con voz seria) “Buen día mi nombre es Melisa enfermera del hospital