La mañana siguiente en Los Laureles amaneció con una tensión que no pudo ser disimulada. El aire parecía más pesado, cargado de un silencio incómodo y de miradas que evitaban cruzarse de manera natural. Laura, aún con la sensación de calma que le dejó la conversación con Alex la tarde anterior, entró en la oficina con una sonrisa tímida, intentando mantener la compostura. Sin embargo, algo en el ambiente le advirtió que no todo sería tan tranquilo.Desde que llegó, una sombra parecía seguirla, y esa sombra tenía nombre y rostro: Clara, una empleada con más experiencia y antigüedad en la empresa, conocida por su carácter fuerte y, en ocasiones, por su actitud competitiva.Clara no era precisamente una amiga cercana, y su manera de actuar siempre había estado marcada por una especie de rivalidad velada, alimentada por celos y por un afán de destacar a toda costa.Mientras Laura se dirigía a su escritorio, Clara la observaba desde la esquina, con una expresión que mezclaba una sonrisa f
El reloj marcaba las 8:00 de la mañana en Los Laureles, y la oficina todavía permanecía en silencio, solo interrumpido por el suave clic de teclados y el murmullo ocasional de voces en las salas de reuniones. Laura llegó temprano, como siempre, pero con una determinación renovada. Sabía que hoy sería un día clave para demostrar no solo su capacidad administrativa, sino también su talento en un área que pocos habrían imaginado en su perfil: las finanzas.Tras pasar por su escritorio, revisó unos documentos y se dirigió directamente a la oficina de Alex. La puerta estaba entreabierta, y pudo notar que él revisaba unos informes en su computadora portátil.“¿Tienes un minuto, Alex?” —preguntó ella, con confianza.El jefe levantó la vista y esbozó una sonrisa apenas perceptible, esa que había empezado a reconocer en esos últimos días: una muestra de apertura y confianza.“Claro, Laura. Entra, por favor.”Se sentaron frente a frente, en un ambiente que, a pesar de la formalidad, ya mostraba
La mañana siguiente a la reunión había llegado con un aire distinto en Los Laureles. La oficina, que aún guardaba el silencio habitual, parecía más viva, como si la energía de la jornada anterior hubiera sembrado una semilla de cambio en cada rincón. Laura, por su parte, se levantó con una mezcla de nerviosismo y satisfacción, consciente de que aquel día podía marcar un nuevo capítulo en su carrera, aunque todavía permanecía en la sombra de sus inseguridades.“Hoy es mi oportunidad para avanzar con confianza, dejando atrás inseguridades y abriendo camino hacia un futuro mejor.” — piensa Laura-—Desde que presentó su propuesta, Laura había sentido que algo había cambiado en su relación con Alex, aunque él todavía mantenía un cierto aire de reserva.La noche anterior, mientras revisaba sus notas y preparaba algunos detalles para seguir perfeccionando su idea, pensaba en cómo aquel reconocimiento, aunque sutil, había sido un paso importante. Sabía que Alex, con su carácter crítico y ex
Esa noche antes de irse a su casa, en su oficina, Laura reflexionaba en todo lo que ha pasado y lo que puede pasar en la empresa “Los Laureles” tambien revisaba los puntos clave de su presentación y reflexionaba sobre las palabras de Alex. Sabía que, aunque él no le había dado un elogio explícito, su reconocimiento sutil era un indicio de que su trabajo había sido tomado en serio. La sensación de haber logrado algo importante la llenaba de una energía renovada.***Al día siguiente, en su rutina habitual, Laura se encontró con Alex en el pasillo. Él la miró con una expresión que, en otra circunstancia, podría haber sido indiferente, pero que ahora contenía una chispa de reconocimiento.“Buen trabajo ayer, Laura” —dijo, simplemente.Ella sonrió, sintiendo que aquel elogio, aunque breve, era un paso más en la construcción de su confianza y en la apertura de un camino que aún le deparaba muchas sorpresas.Con ese pequeño pero significativo reconocimiento, Laura comprendió que la percepci
La mañana amaneció radiante, iluminando la ciudad y el corazón de Laura. Una energía nueva la abrazaba, como un abrigo cálido que la motivaba a levantarse y enfrentar el día con una actitud decidida. Había pasado noches enteras preparando su presentación, analizando cada cifra y cada propuesta con meticulosidad, sabiendo que no solo se trataba de una cuestión de trabajo, sino de demostrar su potencial a sí misma y a los demás.A medida que se vestía, eligió cuidadosamente un conjunto que reflejara un look más profesional: un blazer bien ajustado y una blusa de colores suaves. Se miró en el espejo y sintió que esa imagen proyectaba lo que quería ser: una profesional en el mundo del maquillaje, lista para asumir más responsabilidades y defender sus ideas.Al llegar a “Los Laureles”, la familiaridad del entorno la envolvió, pero había una diferencia palpable en su postura. Caminó con paso firme, mostrando una nueva actitud que no pasaba desapercibida para sus compañeros. Al cruzarse con
La mañana comenzó con un aire de expectativa en “Los Laureles”. Laura llegó al edificio con una determinación renovada, lista para enfrentar el desafío que se avecinaba. Se trataba de un nuevo proyecto crucial: el desarrollo de una línea de maquillaje innovadora que marcaría un antes y un después en la empresa. Sus ideas creativas y pasión por la belleza la impulsaban a superar cualquier obstáculo, sabiendo que esta innovación podía cambiar su carrera y la industria. El equipo la esperaba, ansioso por comenzar a plasmar esa visión revolucionaria.Con una sonrisa cálida, se acercó al grupo y saludó:— ¡Buenos días, equipo! Espero que hayan tenido un excelente descanso. Hoy es un día importante y confío en que juntos lograremos algo verdaderamente revolucionario. ¡Vamos con toda la energía!Sus palabras reflejaban su entusiasmo y confianza, contagian a todos y les recordaban que estaban en el umbral de un proyecto que podía cambiar sus vidas y la industria de la belleza. La colaboració
Mientras tanto, Laura aprovechó algunos minutos para revisar las tendencias del mercado en su portátil, buscando inspiración y nuevas ideas. La creatividad fluía naturalmente, pero también sabía que la innovación requería disciplina y trabajo constante.Al mediodía, el equipo decidió salir a almorzar juntos, aprovechando la oportunidad para fortalecer la relación y compartir ideas de manera más informal.“¿Qué tal si pensamos en un nombre para la línea que refleje su carácter innovador y sostenible?” —preguntó Mariana, mientras caminaban hacia un restaurante cercano.Laura pensó un momento y sonrió.“Me encanta esa idea. Quiero que el nombre transmita confianza, frescura y respeto por el medio ambiente. Algo que también sea fácil de recordar y tenga impacto.”Alex se unió a la conversación.“¿Qué tal “Evolución”? Refleja el progreso, la innovación y la transformación. Además, podemos jugar con diferentes conceptos en la campaña.”“Me gusta” —dijo Laura—. “Suena fuerte y positivo. Pero
El sol ascendía con suavidad, tiñendo el cielo con tonos cálidos mientras la ciudad despertaba lentamente. En “Los Laureles”, el ajetreo comenzaba temprano. El equipo de trabajo llegaba con energía renovada, entusiasmado por los próximos proyectos que prometían llevar la marca a nuevas alturas. Laura, en su escritorio, revisaba los informes de ventas de la semana anterior.Cada cifra, cada análisis le confirmaba el impacto positivo de la nueva línea de maquillaje, pero para ella, lo más importante eran los mensajes de los clientes. Ver comentarios sobre cómo los productos habían ayudado a las personas a sentirse más seguras y auténticas le llenaba de orgullo.Mientras organizaba la agenda del día, su teléfono vibró con un mensaje de Alexander. **“Reunión con el equipo de diseño en 30 minutos. Tenemos una propuesta interesante que quiero discutir contigo”**. Laura sintió una mezcla de emoción y nerviosismo.Desde que había asumido su rol como asistente administrativa, Alexander le hab