77. Otra vez esa mujer
— ¿Casados? — preguntó Jack después de varios minutos de silencio, intentando asegurarse de que había escuchado bien, mientras apretaba el volante con tanta fuerza presentía que se le iban a quebrar los huesos.
Ahora la frase de aquel cuadro que había visto en su apartamento cobraba sentido.
“La vida no acaba después del divorcio, al contrario, apenas comienzas”
— Sí — respondió, jugando inquieta con sus manos.
Ese era un gesto muy particular en ella que hacía cuando se encontraba nerviosa, y Jack, que había aprendido a conocerla, lo sabía muy bien.
— ¿Y qué fue lo que pasó? — quiso saber.
— Qué él decidió que era una buena idea enrollarse con nuestra jefa.
Jack alzó las cejas. Qué hijo de put4.
— ¿Cómo fue que terminaste casada con un tipo como ese?
— De las malas decisiones que uno toma en la vida — dijo con simpleza, encogiéndose de hombros y apartando la mirada a su ventana.
En ese instante, Jack decidió orillarse en la carretera y apagar el motor, después se quitó el cinturón de