—Bueno, es molesto que aparte de que tengas novia y te acuestes con otras, yo no pueda estar con otros. —Junta sus cejas y él queda embobado—. Quieras o no, haré lo que yo desee.
—¿Lo dices porque anoche te discutí de que estuvieras con alguien? ¡Qué importa! Seguramente después hiciste lo que se te dio la gana. —Ella abre sus labios ligeramente por impresión.
—Alessandro, me amenazaste con que si estaba con un chico lo ibas a matar, nadie puede ponerme una mano encima —se lo dice como si no se lo creyera.
—¿Y? —Le sabe a mierda.
—Que tus celos son absurdos. —Cree que esta demente.
—Claro que no, simplemente que tú eres mía y nadie puede tocarte. —Ella lo mira molesta.
—¿Así será ser tu amiga con derecho a partir de ahora? Solo puedo coger contigo y tú puedes hacer lo que se te dé la gana, ¿Cómo antes? Que vivo eres. —Él alza sus hombros con desinterés—. ¿Acaso es así con todas? Ninguna puede estar con otros sino solo contigo.
—No, esa decisión es tomada exclusivamente contigo, me val