Ale sale de la fiesta y considera que fue mala idea venir, tal vez todo estuviera mejor si se hubiesen quedado a ver las estrellas, ahora, ¿Dónde puede estar su novia? Por la piscina no estaba, en su habitación tampoco, iría al mini centro comercial, pero a Sam no le gusta eso, la librería estaba cerrada, tal vez podría estar donde había hecho la velada.
Llega a la terraza y la encuentra apoyada de la baranda mirando las estrellas, camina hacia ella y se coloca a su lado.
—No hubiéramos ido a la fiesta. —Es lo primero que logra decir para llamar la atención de Sam, ella lo ve de reojo y suspira.
—No hubiésemos venido a este viaje. —Él la mira—. Se supone que nos uniríamos más, pero siempre hay algo o alguien, en casa no estaría nadie que nos moleste.
—Amor, lo siento, de verdad. —Quería abrazarla y ella lo aparta.
—Sé que no lo hiciste a propósito, lo vi todo, sé que no fue tu culpa, solo es que no puedo evitar estar molesta, tal vez conmigo o no sé. —Seca sus lágrimas.
—¿Y por qué e