El mundo pareció tambalearse por segunda vez en menos de veinticuatro horas.
Me costaba procesar lo que acababa de salir de su boca. Inclusive, pensé que tal vez estaba alucinando por algún medicamento mal administrado en el hospital.
«Despedido»
Frederick lo había despedido.
¿Por qué? ¿Qué posible motivo podía tener para deshacerse de su hombre de mayor confianza, de la única persona que parecía entenderlo no como un empleado, sino como un amigo?
No sabía cuántos años llevaban conociéndose y trabajando juntos, pero por la forma en la que conversaban, podría jurar que habían creado una bonita amistad, consciente o inconscientemente.
¡Arturo no se podía i! Ya le había tomado aprecio y además, era el… ¿Novio de Willy? ¿Amante? ¿Amigos con derechos?
No sabía muy bien como ellos llamaban a su relación, pero tampoco importaba. Lo que si era importante, es que a Willy lo destruiría, parecía muy feliz con Arturo.
—¿Despedido? —Logré repetir, frunciendo el ceño—. Pero… ¿por qué