Llevaba días pensando en cómo ver a mi padre sin que Frederick se enterara. Sabía que si lo descubría, habría consecuencias. Pero después de la discusión por la fiesta de Charles Can, necesitaba desesperadamente hablar con él. Necesitaba saber si había alguna otra forma de conseguir pruebas, algún detalle que hubiera pasado por alto.
El problema era el guardia.
Lo bueno es que se me había ocurrido un plan. Algo arriesgado, pero simple al mismo tiempo.
Entré a la oficina de Frederick sin pedir permiso.
—Iré a comprar flores frescas para el jardín —Mis palabras fueron directas y mi gesto permaneció serio.
Después de nuestra… pequeña discusión, habíamos mantenido nuestra distancia. Supongo que sabía que yo aprovecharía en sacar el tema cada vez que tuviera la oportunidad, así que no me había insistido para que nos contentáramos. Supongo que esperaba que la fiesta pasará para que ya yo no pudiera reprocharle nada.
—Okey, deberías considerar llevarte a mi madre, sería un buen momento p