Capítulo 188: Apelación

La alfombra gruesa del pasillo principal ahogaba mis pasos mientras caminaba hacia la biblioteca, buscando un libro de diseño de interiores que había dejado allí días antes.

La cabeza aún me daba vueltas con el eco de la palabra “cesárea” y la promesa incendiaria de Frederick sobre quemar hospitales. Necesitaba distraerme, sumergirme en colores y texturas que no tuvieran nada que ver con quirófanos o riesgos hepáticos.

Pero al acercarme al estudio de Frederick, un sonido me detuvo en seco. No era el murmullo habitual de sus reuniones telefónicas o el teclear rápido en su computadora. Eran gritos. Rabia pura, cruda, destilada en palabras que reverberaban a través de la pesada puerta de roble.

—¡¿Cómo es posible?! —rugía su voz, tan distorsionada por la furia y la puerta de madera cerrada que apenas la reconocí—. ¡¿Una apelación ?! ¡¿A quién coño sobornó ese hijo de puta?! ¡Klifor Darclen no sale de ahí! ¡Lo juro por mi apellido!

Mi corazón dio un vuelco tan violento que me atraganté
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App