55. Pasada la media noche
55
Noelia
Era pasada la medianoche y, como era costumbre en esta isla desde que llegué, no podía dormir.
La cena fue... incómoda, por no decir insoportable.
Seraphina evitaba mi mirada, Ryder parecía vivir una contradicción silenciosa, y Blake... bueno, Blake era un volcán a punto de hacer erupción con cada movimiento que hacía.
Bajé las escaleras en silencio, descalza, solo con mis shorts de algodón y una camiseta de tirantes blanca que apenas me cubría lo necesario. La tela era tan delgada que me maldije por no haberme puesto una bata encima. Pero ¿a quién iba a encontrar a estas horas?
Entré a la cocina y abrí el grifo para servirme un vaso de agua. El sonido del líquido llenando el cristal me tranquilizaba... hasta que esa voz profunda y rasposa, cargada de autoridad y magnetismo, rompió el silencio:
—¿No puedes dormir?
El susto me hizo soltar el vaso.
—¡Ah! —grité bajito.
El vidrio cayó al suelo y estalló en mil pedazos justo cuando un par de brazos fuertes me levantaron como si