Me alegra saber que cuento con ella, aunque con las locuras que se inventa, no sé si eso sea del todo un alivio. Solo espero que ahora que ella sabe que soy, se controle un poco más.
— Antonella, por nada del mundo le digas eso a Edmond. — dice Carolina confundiéndome.— ¿Por qué no le diría? Es mi esposo. — digo de inmediato.— Bueno, sé que no sería capaz de dejarte o algo parecido, pero, es mejor no decirle o estará en un problema grande.— ¿Más del que he causado?— No, no me entiendes.— Explícate entonces.— No puedo hacerlo sobria. — dice Carolina levantándose para buscar más licor y como si quisiera morir, hacer una mezcla que con solo el olor ya me siento ebria.‘¿Por qué quiere beber tanto? No es agradable esto.’ me quejo mentalmente.Me quedo espe